Immigrant Health Status at the US-Mexico Border

The dire lack of health considerations for Latin American immigrants and how to change it.

By Stacey Roots

May 6, 2021 | Immigrant Health Status at the US-Mexico Border

(Versión en español al final de la página)

The detention facilities at the US-Mexico border for immigrants have experienced a surge in occupancy and conditions that have been described as abhorrently inadequate. Assuming that a Latin American immigrant seeking asylum in the US is not expelled under Title 42 back to Mexico or their native country, the better life they sought after escaping violence, unlivable conditions, and/or economic strife is far from the reality that immigrants are greeted with at the US-Mexico border. The lack of healthcare access along with the increased acculturative stress leaves many immigrants in poor health and prone to a slew of ailments they were not previously at risk of experiencing.

"The lack of healthcare access along with the increased acculturative stress leaves many immigrants in poor health and prone to a slew of ailments they were not previously at risk of experiencing."

There have been many disturbing reports over the lack of health considerations for immigrants at the US-Mexico border. Pregnant women being tossed into detention centers with little to no prenatal care being offered, children being given psychotropic drugs without any psychological or physical evaluations being conducted nor guardian consent being given, and the Department of Justice proposing mandatory collection of DNA samples from immigrants for inclusion in criminal databases are just some of the unethical situations immigrants are finding themselves in when entering the US (American Medical Association, 2020). And with the startling number of unaccompanied children crossing the border—18,890 in March 2021 alone according to US Customs and Border Protection—the concern over the physical and mental state of those being detained deserves urgent attention from policymakers and healthcare providers.

Researchers focusing on the health and mental health of immigrants in the US have created the term acculturative stress to describe the state that many immigrants, particularly those of Latin American origin, find themselves in when immigrating to the US. This includes hostility from the host country, unfamiliarity and challenges of being in a new culture, and loss of the social connections in their countries of origin. Acculturative stress has been associated with many physiological changes in the body including increased HPA axis activation, increased cortisol, epinephrine, and norepinephrine, and strain on the body’s stress response. This also manifests itself psychologically through greater risk of depression, anxiety, and other psychiatric disorders (Waldman et al., 2019). This struggle that immigrants face not only lowers their level of health, it diminishes their trust in the US healthcare system and likelihood of seeking proper medical treatment, assuming that they have proper access to healthcare in the first place which many do not.

When the government and policymakers are unable to address the needs of a population many representatives do not identify with, the best way to implement necessary programs is to allow the community to speak for itself. An excellent example of this are the policing agencies utilizing crisis management systems. These are members of a local community, familiar with its people and culture who provide counseling and connect people with social services without any police involvement. This has proven an effective way to decrease crime (Okeowo, 2020) and is a concept that can be adapted to healthcare as well. Giving the thousands of Latin American immigrants entering the US annually the ability to vocalize their needs with organizations and advocates who understand their culture and backgrounds will poise the US to best handle the US-Mexico border situation and offer the necessary healthcare. In 2019, 13.7 percent of the US population consisted of immigrants (Batalova et al., 2021). As a country of diverse populations and heritages, it is a moral remiss to allow a country to run on a singular, narrow viewpoint and not consider the needs and perspectives of all its inhabitants.

References:

Waldman, K., Koyanagi, A., Wang, J. S., Ko, J., DeVylder, J., & Oh, H. (2019). Acculturative stress, disability, and health treatment utilization among Asian and Latin American immigrants in the United States. Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 54(10), 1275-1284.

Batalova, J., Hanna, M., & Levesque, C. (2021, February 11). Frequently Requested Statistics on Immigrants and Immigration in the United States. migrationpolicy.org. https://www.migrationpolicy.org/article/frequently-requested-statistics-immigrants-and-immigration-united-states-2020.

Okeowo, A. (2020, June 26). How to Defund the Police. The New Yorker. https://www.newyorker.com/news/news-desk/how-the-police-could-be-defunded.

American Medical Association. (2020). Southern border: Conditions at immigrant detention centers. https://www.ama-assn.org/delivering-care/population-care/southern-border-conditions-immigrant-detention-centers.

U.S. Customs and Border Protection. (2021, April 8). CBP Announces March 2021 Operational Update. https://www.cbp.gov/newsroom/national-media-release/cbp-announces-march-2021-operational-update.

Estado actual de la salud de los inmigrantes en la frontera Estados Unidos-México

La terrible falta de consideración por la salud de inmigrantes latinoamericanos y cómo cambiarla.

Por: Stacey Root

Mayo 6, 2021 | Salud de Immigrantes en la frontera de Mexico

Los centros de detención de inmigrantes en la frontera de Estados Unidos-México han experimentado un aumento en la cantidad de gente y se han reportando condiciones extremadamente inadecuadas. Asumiendo que el inmigrante latinoamericano que busca asilo no es expulsado de regreso a su país, la mejor vida que estaban buscando al escapar de la violencia y las condiciones inhabitables e impagables, está lejos de la realidad a la que llegan en la frontera. La falta de acceso a servicios de salud aunada al estrés aculturativo deja a muchos inmigrantes con poca salud y riesgos de muchos padecimientos a los cuales no estaban antes expuestos.

Ha habido muchos reportes perturbadores sobre la falta de la consideración de la salud de los inmigrantes en la frontera. Madres solteras son arrojadas a los centros de detención sin ser provistas de cuidados prenatales, a los niños se les dan medicamentos psicotrópicos sin ninguna evaluación psiquiátrica o física y sin consentimiento, y el Departamento de Justicia ha propuesto la recolección de muestras de ADN de los inmigrantes para incluirlos en una base de datos de criminales (American Medical Association, 2020). Estas son tan sólo algunas de las situaciones no éticas en las que se encuentran los inmigrantes cuando llegan a Estados Unidos. Y además, con el impactante número de niños sin compañía que cruzan la frontera-- 18,890 niños tan sólo en marzo de 2021, según la US Customs and Border Protection--la preocupación de la salud física y mental de los detenidos merece atención urgente de los políticos y de los proveedores de salud.

Los investigadores que se centran en la salud física y mental de los inmigrantes en Estados Unidos han acuñado el término estrés aculturativo para describir el estado en el que muchos inmigrantes, especialmente los latinoamericanos, se encuentran al migrar hacia Estados Unidos. Esto incluye la hostilidad del país destino, los retos y el desconocimiento de una nueva cultura, y la pérdida de las conexiones sociales con su país de origen. El estrés aculturativo ha sido asociado con cambios fisiológicos como la activación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, con el aumento del cortisol, adrenalina y noradrenalina, y lo que esto causa en la respuesta del cuerpo al estrés. Esto también se manifiesta en el ámbito psicológico con un mayor riesgo de depresión, ansiedad, y otros trastornos psiquiátricos (Waldman et al., 2019). Esto no solo disminuye los niveles de salud de los inmigrantes, también disminuye su confianza en el sistema de salud estadounidense y las probabilidades de buscar tratamientos médicos propiamente, asumiendo que tuvieran acceso a éste en primer lugar.

Cuando el gobierno y los legisladores no pueden tomar acción sobre las necesidades de una población con la que no se identifica, la mejor manera de implementar los programas necesarios es dejando que la comunidad hable por sí misma. Un excelente ejemplo de esto son las agencias que usan sistemas de manejo de crisis. Estos son miembros de una comunidad local, que conocen bien a su gente y su cultura, y que proveen asesoría y conectan a las personas con los servicios sociales sin involucrar a la policía. Esta estrategia ha logrado disminuir el crimen (Okeowo, 2020) y es un concepto que también se podría utilizar en el ámbito de los servicios de salud. El darle a los miles de inmigrantes latinoamericanos la posibilidad de vocalizar sus necesidades con organizaciones y defensores que conocen sus antecedentes culturales, ayudará a los Estados Unidos a manejar la crisis de salud que hay en su frontera con México, y ofrecer la sanidad necesaria a las personas. En 2019, el 13% de la población de Estados Unidos eran inmigrantes (Batalova et al., 2021). Siendo un país de poblaciones y herencias diversas, es un descuido moral inaceptable el permitir que un país exista sobre un punto de vista singular y estrecho y que no considere las necesidades y las perspectivas de todos sus habitantes.

Referencias: